Biología

Maravillas y misterios del huevo

Presentación

Una de las cosas más frágiles que podemos usar en la cocina, es el huevo. Si los golpeas, se rompen. Si se caen, se rompen ¡casi con sólo verlos se despedazan! Sin embargo, la cáscara del huevo está llena de sorpresas, y la principal es que es mucho más fuerte de lo que crees. ¿Puedes romper los cascarones de huevo con tus propias manos o descubrirás que el huevo no es tan débil como creías?

Materiales

  • 3 docenas de huevo empacadas en sus cartones.
  • 2 bolsas plásticas tamaño grande de basura.
  • 1 vaso de vidrio en donde quepa cómodamente un huevo.
  • 1 olla.
  • 1 cuchara grande para mover la sopa.
  • Agua.
  • ¾ taza de vinagre blanco.
  • 1 cartulina blanca (usaremos un lado para cada experiencia).
  • plumones.
  • 1 báscula (opcional).

Paso a paso

Primer experimento:
Desaparece la cáscara sin meter las manos.

  1. Coloca un huevo dentro del vaso de vidrio.
  2. Vierte en el vaso el vinagre blanco. Es posible que el huevo flote, pero trata de que el vinagre lo cubra lo más posible.
  3. En una cartulina marca como hora “cero” el inicio de tu experimento, anotando las características iniciales del vaso, el vinagre y el huevo. Puedes usar la siguiente tabla para el registro:

Hora

Vaso

Vinagre

Huevo

0

 

 

 

1

 

 

 

2

 

 

 

3

 

 

 

4

 

 

 

5

 

 

 

6

 

 

 

….

 

 

 

24

 

 

 

  1. Observa el huevo a lo largo del día. Registra en la cartulina los cambios que detectes y anota el tiempo que tardaron en presentarse.
  2. Deja que el huevo permanezca en el vinagre durante 24 horas.
  3. Revisa qué ha pasado. Anota tus observaciones.
  4. Saca al huevo del vinagre una vez que la cáscara haya desaparecido. Siente su textura. Anota tus observaciones.
  5. Realiza actividades con el huevo, como rodarlo o rebotarlo. Anota si se comporta igual ahora que cuando tenía una cáscara que lo rodeara y escribe lo que consideras que podría haber sucedido.

Segundo experimento:
Cascarones fortachones

  1. Coloca las bolsas de plástico extendidas por el suelo. Este paso es una precaución por si el experimento no sale tan bien como esperabas.
  2. Abre dos cartones de huevos. Revisa cada uno de los huevos con mucho cuidado: verifica que ninguno esté roto ni tenga alguna línea de fractura. Para que el experimento funcione, todas las cáscaras de los huevos deben estar perfectas. Si encuentras un huevo con cáscara defectuosa sustitúyelo por otro que tomes del tercer cartón.
  3. Introduce los huevos uno por uno en los espacios dispuestos para ello dentro de los cartones. Al colocarlos, pon atención para que todos estén con la parte más puntiaguda hacia arriba, o hacia abajo (como tú elijas: lo importante es que todos estén colocados en la misma posición).
  4. Quítate los zapatos y calcetines. Con los pies desnudos vas a pararte sobre los huevos.
  5. Con ayuda de un amigo que sostenga tu mano y te proporcione un poco de equilibrio, coloca la planta del primer pie lo más plana y extendida posible sobre todos los huevos que puedas. Sube el segundo pie y pídele a tu amigo que te suelte.
  6. Comenten qué está pasando: ¿se han roto las cáscaras? ¿es posible que seas tan ligero de peso que no rompas ni un huevo? ¿cómo sientes la textura de los cascarones bajo tus pies? Pueden tomar fotografías de la experiencia para compartir este momento con tus amigos.
  7. Si tus pies son pequeños o si colocas más de dos cartones con huevos, puedes tratar de caminar hacia adelante.

Se propone que esta experiencia puede profundizarse si los niños hacen hipótesis de cuánto peso podrán soportar los huevos antes de comenzar el experimento. Si se decide realizar un protocolo con hipótesis de este tipo, incluir en los materiales necesarios una báscula para pesar a los participantes antes de que se suban en los huevos. Iniciar con las personas más ligeras, tomando notas de cuánto soportan los cascarones.

Conexiones

Adivinanzas sobre los huevos:
Blanco es, la gallina lo pone, en aceite se fríe y con pan se come.
Sobre el cascarón del huevo:
Una caja chiquita, blanca como la cal: todos la saben abrir, nadie la sabe cerrar.

Explicación científica

En nuestra experiencia cotidiana, los huevos son fáciles de romper. Pareciera que el cascarón es un mal escudo de protección, cuando en realidad esta estructura es biológicamente muy eficiente. Químicamente, el cascarón del huevo está formado por Carbonato de Calcio en un 98 %. En la primera experiencia al poner el huevo en vinagre iniciamos una reacción química, pues el Carbonato de Calcio se descompone cuando entra en contacto con el ácido acético que está en el vinagre blanco.

¿Cómo detectar que está ocurriendo una reacción química a pesar de que el cascarón se ve idéntico al principio? Al cabo de un rato de que el cascarón interactúe con el vinagre, observarás unas burbujas en el líquido. Son el producto de la descomposición del Carbonato de Calcio, que al romperse químicamente libera por un lado Calcio (que no se nota en el agua), y por el otro deja libre al carbonato que termina por formar Dióxido de Carbono. Éste produce las burbujas que ves flotando en el vinagre.

Al pasar el tiempo, se descompone todo el cascarón y lo que vemos es el interior del huevo que sigue protegido por una membrana elástica que lo hace parecer de goma.

¿Qué sucede en la segunda experiencia? El secreto está en la forma ovoide del huevo, que geométricamente es muy eficiente para distribuir en varios puntos el peso. Fíjate en las cúpulas de las catedrales: muchas están construidas en forma de arco, pues hace siglos los ingenieros, arquitectos y matemáticos descubrieron que la curvatura del arco ayuda a soportar las presiones del ambiente y evitar que se destrocen las construcciones.

En el caso del huevo, la forma de óvalo ayuda a soportar el peso del cuerpo de la gallina, por ejemplo. De ese modo los huevos pueden empollarse sin que la gallina los rompa y es lo mismo que vemos en esta actividad.

Sin embargo, el cascarón puede romperse con facilidad en la cocina. ¿Cómo es esto posible? La resistencia del cascarón es fundamental para la defensa de la vida que se está gestando dentro del huevo. El cascarón tiene poros por los que transita un intercambio de gases con el ambiente, pero a la vez es una defensa estructural poderosa en contra del paso de líquidos y microorganismos que podrían dañar al embrión que se encuentra en su interior. Es fuerte y no es fácil de romper con el peso de la gallina, pero debe ser frágil para permitir que el pollito nazca y salga al exterior. Es así como el picoteo del pollito en un área pequeñita del huevo genera que el cascarón se quiebre, y a partir de esa fractura sea sencillo abrirlo todo. Eso mismo sucede en la cocina, cuando damos un golpe específico en una zona relativamente pequeña de la superficie.

Competencias que favorece

Primaria:

  • Expresa curiosidad acerca de los fenómenos y procesos naturales en una variedad de contextos y comparte e intercambia ideas al respecto.
  • Identifica algunos efectos de la interacción de objetos relacionados con la fuerza y el movimiento.
  • Realiza y registra observaciones de campo y analiza esta información como parte de una investigación científica.
  • Diseña, construye y evalúa dispositivos o modelos aplicando los conocimientos necesarios y las propiedades de los materiales.
  • Manejo de materiales y realización de montajes.