¿Has oído que cuando alguien se asusta se dice que se puso "blanco como una hoja de papel", o cuando se enoja dicen que se puso "rojo de coraje"? Los colores están ligados a nuestro ecosistema pero también los relacionamos con nuestras emociones. Usamos el color para vestirnos y decorar nuestros espacios. Vivimos en un mundo de colores. Nuestros paisajes están compuestos por los azules intensos del mar, los distintos tonos del verde en la vegetación, el blanco en las nubes y muchos colores más en las flores y los animales que nos rodean. En esta actividad obtendremos tintes naturales a partir de flores y frutas.
Se propone profundizar la experiencia con futuros experimentos. Para resultados distintos se pueden manejar cambios en los tiempos de cocción o de coloración de la tela. También se puede cambiar el algodón por lana. Para obtener colores diferentes se pueden intentar cocciones con otros ingredientes, como cáscaras de naranja, cortezas de árbol, moras, tamarindos, etc.
Dado que la obtención del color deseado implica mucho trabajo, vale la pena invitar a los participantes para reflexionar acerca del arduo trabajo que realizan los agricultores y artesanos que nos proveen con estos tintes en la actualidad.
Arte plumario del Manto de San Miguel Zinacantepec, creado en el año de 1710. Se aprecian las plumas de pato teñidas con tintes naturales: añil para obtener el azul, grana cochinilla para el rojo y zacatlaxcalli para el color amarillo. Muchos huipiles y tapetes se tiñen a partir de tintes naturales en Teotitlán del Valle, Oaxaca, hoy en día.
Los distintos colores que existen en la paleta de la naturaleza no son simplemente un adorno visual: constituyen un código de comunicación para muchas especies que han evolucionado con la capacidad de decodificar un mensaje a partir de coloridas combinaciones de gamas y de tonos. Gracias a los estudios sobre las células de las retinas de diversos animales, hoy sabemos que muchos insectos, las ranas, casi todos los reptiles, las aves y algunos mamíferos (entre ellos nosotros) tenemos ojos que pueden diferenciar un mundo de colores.
El color nos sirve para comunicar emociones. Culturas como los Olmecas, Teotihuacanos, Mayas y Aztecas plasmaron su paso en los registros coloridos en murales, cerámicas, textiles y códices. Para obtener colores experimentaron con los elementos de la naturaleza. Su conocimiento y manejo de los tintes naturales era tan eficiente que los colores han llegado hasta nuestros días, miles de años después de ser aplicados por primera vez. Mediante estudios químicos, poco a poco hemos identificado cuáles son las sustancias responsables por los colores que nos brinda la naturaleza, y muchos de ellos se han logrado reproducir en laboratorios. Actualmente contamos con colorantes sintéticos para teñir productos que abarcan desde las telas del pantalón de mezclilla hasta los caramelos, pero la calidad de los tintes naturales sigue vigente.
Cabe hacer notar, sin embargo, que la demanda del mercado a nivel mundial por productos coloridos es inmensa y las fuentes naturales serían sobreexplotadas si se pretendiera cubrir todas las necesidades a partir de estos tintes.
Primaria (3º y 4º grado):