Biología

Mundo de colores

Presentación

¿Has oído que cuando alguien se asusta se dice que se puso "blanco como una hoja de papel", o cuando se enoja dicen que se puso "rojo de coraje"? Los colores están ligados a nuestro ecosistema pero también los relacionamos con nuestras emociones. Usamos el color para vestirnos y decorar nuestros espacios. Vivimos en un mundo de colores. Nuestros paisajes están compuestos por los azules intensos del mar, los distintos tonos del verde en la vegetación, el blanco en las nubes y muchos colores más en las flores y los animales que nos rodean. En esta actividad obtendremos tintes naturales a partir de flores y frutas.

Materiales

  • Pétalos de flores como cempasúchil, jamaica o rosas rojas.
  • Betabel sin cáscara y cortado en rebanadas.
  • Hojas de espinaca.
  • Cáscaras de cebolla roja.
  • Cáscaras de cebolla blanca.
  • 1 litro de agua.
  • 1 taza de vinagre.
  • 5 ollas.
  • 5 coladeras.
  • 5 recipientes de plástico o platos hondos.
  • 2 cucharas de madera.
  • Un par de guantes por persona.
  • 10 cuadrados de tela de algodón (pueden usarse camisetas viejas, cortadas en cuadros de 10 x 10 cms.).
  • 10 hojas blancas.
  • Pegamento.

Paso a paso

  1. Colocarse los guantes para evitar manchas en la piel.
  2. Poner 4 tazas de agua y 1 taza de vinagre en un recipiente. Sumergir los cuadrados de tela en el agua por aproximadamente una hora. Este paso es muy importante para ayudar a que las fibras del algodón reciban los colorantes, pues de otro modo el color no penetrará bien en la tela. Mientras se espera, se pueden pelar los betabeles y las cebollas, o quitar los pétalos a las flores.
  3. Sacar los cuadrados de tela y enjuagar muy bien con agua limpia.
  4. Pon las hojas, pétalos o frutas (según lo que se tenga a la mano) en cacerolas, una por cada ingrediente. Cubre con agua.
  5.  Con ayuda de un adulto pon las cacerolas en el fuego. El agua tiene que hervir por  por 40 minutos.
  6. Una vez pasado el tiempo de cocción, apagen la estufa.
  7. Con ayuda de un adulto vacía el contenido de cada cacerola en un plato hondo o recipiente. Puedes aprovechar para extraer el máximo del colorante si colocas una coladera que atrape las frutas o las hojas pero deje pasar el líquido. De ese modo, puedes aprovechar para aplastar con una cuchara de madera lo que quede en la coladera y exprimirás aún más tinte natural.
  8. Sumergir en cada colorante un cuadrado de tela de algodón, dejar que la tela absorba el líquido y retirar. Si se desean colores más intensos se sugiere dejar la tela sumergida durante toda la noche.
  9. Dejar que las telas se sequen para observar los tonos obtenidos.
  10. Formar un álbum de registro: pegar en una hoja el cuadrado de tela y anotar tus observaciones, como: qué tipo de ingrediente natural utilizaste, cuánto tiempo se dejó hervir la cocción, qué colores creías que ibas a obtener y compararlo con los tonos que realmente obtuviste.

Se propone profundizar la experiencia con futuros experimentos. Para resultados distintos se pueden manejar cambios en los tiempos de cocción o de coloración de la tela. También se puede cambiar el algodón por lana. Para obtener colores diferentes se pueden intentar cocciones con otros ingredientes, como cáscaras de naranja, cortezas de árbol, moras, tamarindos, etc.

Dado que la obtención del color deseado implica mucho trabajo, vale la pena invitar a los participantes para reflexionar acerca del arduo trabajo que realizan los agricultores y artesanos que nos proveen con estos tintes en la actualidad.

Conexiones

Arte plumario del Manto de San Miguel Zinacantepec, creado en el año de 1710. Se aprecian las plumas de pato teñidas con tintes naturales: añil para obtener el azul, grana cochinilla para el rojo y zacatlaxcalli para el color amarillo. Muchos huipiles y tapetes se tiñen a partir de tintes naturales en Teotitlán del Valle, Oaxaca, hoy en día.

Explicación científica

Los distintos colores que existen en la paleta de la naturaleza no son simplemente un adorno visual: constituyen un código de comunicación para muchas especies que han evolucionado con la capacidad de decodificar un mensaje a partir de coloridas combinaciones de gamas y de tonos. Gracias a los estudios sobre las células de las retinas de diversos animales, hoy sabemos que muchos insectos, las ranas, casi todos los reptiles, las aves y algunos mamíferos (entre ellos nosotros) tenemos ojos que pueden diferenciar un mundo de colores.

El color nos sirve para comunicar emociones. Culturas como los Olmecas, Teotihuacanos, Mayas y Aztecas plasmaron su paso en los registros coloridos en murales, cerámicas, textiles y códices. Para obtener colores experimentaron con los elementos de la naturaleza. Su conocimiento y manejo de los tintes naturales era tan eficiente que los colores han llegado hasta nuestros días, miles de años después de ser aplicados por primera vez. Mediante estudios químicos, poco a poco hemos identificado cuáles son las sustancias responsables por los colores que nos brinda la naturaleza, y muchos de ellos se han logrado reproducir en laboratorios. Actualmente contamos con colorantes sintéticos para teñir productos que abarcan desde las telas del pantalón de mezclilla hasta los caramelos, pero la calidad de los tintes naturales sigue vigente.

Cabe hacer notar, sin embargo, que la demanda del mercado a nivel mundial por productos coloridos es inmensa y las fuentes naturales serían sobreexplotadas si se pretendiera cubrir todas las necesidades a partir de estos tintes.

Competencias que favorece

Primaria (3º y 4º grado):

  • Realiza y registra observaciones y analiza esta información como parte de una investigación científica.
  • Identifica cambios en fenómenos naturales y estados físicos en función de la temperatura.
  • Identifica las principales características de la naturaleza y su transformación al satisfacer las necesidades del ser humano.